La vergüenza prometeica: y la desventaja de ser y haber nacido.

Parte I: El mito de Prometeo.

La mitología griega cuenta que los dioses crearon a los seres mortales con tierra, fuego y otros materiales, y encargaron a Prometeo y dos primo-primos (distribuir las habilidades convenientes (Epimeteo dio todas las habilidades a los animales, dejando a los seres humanos sin nada. Prometeo robó la sabiduría de las artes y el fuego de Hefesto y Atenea para dárselos a los seres humanos, lo que les permitió sobrevivir y prosperar, pero no les dio la sabiduría política que controlaba Zeus.

El castigo de Prometeo por desafiar a los dioses y ayudar a los mortales fue ser encadenado a una roca en el Cáucaso, donde un águila le comía el hígado cada día. Esta historia enseña la importancia del conocimiento y la sabiduría, pero también muestra cómo el conocimiento sin la sabiduría política adecuada puede ser peligroso. Además, es una advertencia sobre los peligros de desafiar a los dioses y tratar de adquirir el conocimiento divino.

La vergüenza prometeica, la tecnología y Anders.

La “vergüenza prometeica” — prometheischer Scham — es un concepto que se refiere a la vergüenza que sienten algunas personas por la humillante calidad de las cosas hechas por el ser humano en comparación con las máquinas y tecnologías complejas y avanzadas, donde añaden todos los elemento agregado. Anders (1956), al visitar una exposición técnica, observó el comportamiento de una persona a la que refiere como “T”. al ver las máquinas complejas en acción … bajaba los ojos y escondía las manos tras la espalda, como si tuviera vergüenza de haber introducido sus propios instrumentos orgánicos, simples, groseros y obsoletos en una sociedad compuesta de aparatos de alta precisión y refinamiento.

El autor señala que el comportamiento de T.* no presentaba ambigüedad y que para él, las máquinas complejas y sofisticadas representaban la misma autoridad y superioridad que las personas que encarnaban la autoridad o los medios considerados más elevados para sus ancestros. En su simplicidad física, tener que permanecer de pie bajo la mirada de esas máquinas perfectas le resultaba insoportable, sintiendo verdadera vergüenza.

El origen de la “vergüenza prometeica” se encuentra en el hecho de que las personas sienten vergüenza por haber llegado a ser (¡haber nacido!) en lugar de haber sido fabricadas, es decir, que su existencia se debe al proceso ciego, no calculado y ancestral de la procreación y el nacimiento en lugar de ser productos impecables y calculados hasta el último detalle. T. se avergüenza de su “natum esse”, de su bajo nacimiento que considera “bajo” por la sola razón de ser nacimiento. Pero si se avergüenza de su anticuado origen, también se avergüenza del resultado imperfecto e inevitable de este origen, es decir, de él mismo.

El origen de la “vergüenza prometeica” se encuentra en el hecho de que las personas sienten vergüenza por haber llegado a ser (¡haber nacido!) en lugar de haber sido fabricadas, es decir, que su existencia se debe al proceso ciego, no calculado y ancestral de la procreación y el nacimiento en lugar de ser productos impecables y calculados hasta el último detalle.

En resumen, la “vergüenza prometeica” es la vergüenza que siente algunas personas por la humillante calidad de las cosas hechas por el ser humano en comparación con las máquinas y tecnologías complejas y avanzadas. La vergüenza surge de la idea de que las personas llegan a ser en lugar de ser fabricadas y su origen ciego, no calculado y ancestral de la procreación y el nacimiento en comparación con los productos impecables y calculados hasta el último detalle. La “vergüenza prometeica” muestra cómo la tecnología y la perfección de la maquinaria pueden afectar la autoestima de las personas y su percepción de su propio valor.

Acerca de Günther Anders

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Entre los grandes filósofos de la técnica y la tecnología del siglo XX –flamante rama de la filosofía desde hace unos años– suele mencionarse a Marcelo Ellul, unia y muy raramente a Günther Anders (1902–1992), uno de los máximos pensadores de la modernidad tecnológica. No sin razón se lo ha llamado “el filósofo de la era atómica”. Con el transcurso del tiempo, el pensamiento de Anders viene adquiriendo un halo profético, una dimensión anticipatoria que antes no poseía.

En parte, porque su obra ha sido poco traducida y sobre todo se conocían sus libros de crítica literaria o como activista del movimiento antinuclear internacional de la década de los 60 y 70. Es bastante popular la correspondencia mantenida en 1959 con el piloto del avión encargado de evaluar los efectos de la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima, Claude Eatherly, por entonces internado en un hospital psiquiátrico, publicada como Burning Conscience (1961) y traducida al español como El piloto de Hiroshima. Más allá de los límites de la conciencia.

Anders es un filósofo alemán, que ha sido conocido por su trabajo filosófico y literario. Nació en una familia judía polaca y adoptó el seudónimo de “Anders” cuando se desempeñaba como redactor de notas culturales en la Berliner Börsen-Couroier. A los 16 años, Anders había sido soldado en la Primera Guerra Mundial y luego estudió filosofía en la Universidad de Friburgo donde fue alumno de Husserl y Heidegger, también fue miembro del círculo de discípulos judíos de Husserl y Heidegger, que incluía a Arendt, Jonas, Löwith y Strauss. Se doctoró en 1923 bajo la dirección de Husserl y publicó escritos filosóficos, periodísticos y literarios en París y Berlín.

En 1929 se casó con Hannah Arendt, pero se separaron siete años después. Durante esa época, publicó su primer libro de filosofía y la novela Las catacumbas molusias, que consta de relatos acerca de un país imaginario llamado Molusia gobernado por un poder totalitario. En sus ensayos posteriores, Anders continuó haciendo referencia al totalitarismo de Molusia y desarrolló un estilo magistralmente irónico. A pesar de su trabajo filosófico y literario destacado, Anders es a menudo recordado por su postura crítica en relación con la tecnología y su impacto en la sociedad humana.

Vivió en el exilio en París y Nueva York después del ascenso del nacionalsocialismo en 1933. Él sostenía que el ser humano ha sido superado y subordinado por la tecnología y el mundo tecnificado de la modernidad, y que el hombre común carece de imaginación y sentimientos para representar el peligro que implica. En su obra maestra, La obsolescencia del hombre, Anders argumenta que el fin de la humanidad comenzó con Auschwitz y Hiroshima, los dos eventos que mostraron el más alto grado de destrucción alcanzado por la tecnología en cuanto compromete al planeta entero. A través de sus escritos, Anders aboga por ampliar el horizonte de responsabilidad hasta que llegue a lo planetario en un sentido espacial y temporal, ya que los ensayos nucleares afectan de modo pernicioso también a las generaciones futuras.

Anders sostiene que la humanidad ha sido superada por la tecnología y el mundo tecnificado de la modernidad, y que la bomba atómica es su lado mortífero y apocalíptico. La capacidad tecnológica supera nuestra facultad de imaginar las consecuencias y asumir responsabilidad, lo que genera un desequilibrio prometeico. Los señores del poder no están mejor instruidos que los ordinarios morituri en imaginar la enormidad de los peligros de la era atómica. Anders sostiene que el ejercicio de la imaginación y de los afectos es crucial para enfrentar esta situación.

NOTAS:

  • En el texto, T. se refiere a una persona cuyo comportamiento es observado por el autor mientras visita una exposición técnica. El autor describe cómo T. parece sentir vergüenza al ver las complejas máquinas expuestas en la exposición, y cómo oculta sus propias manos detrás de la espalda. El autor utiliza la experiencia de T. como un ejemplo para explorar el concepto de “vergüenza prometeica”.

REFERENCIAS:

  • Anders, Günther (1956, 2011) “La obsolescencia del hombre (Vol. 1): sobre el alma en la época de la segunda revolución industrial”, Editorial Pre-Textos. 2011, ISBN 978–84–92913–86–2
  • de Vicente Hernándo, César: Günther Anders, Filosofía de la situación. Antología. “Filosofía de la situación” fue el nombre con el que Günther Anders definió su obra, a través de la cual intentó comprender el mundo que se inició el 4 de agosto de 1945 con el lanzamiento de la bomba atómica. Escribió intentando integrar los conocimientos derivados de la fenomenología, el marxismo y la Escuela de Frankfurt con la observación minuciosa de los acontecimientos que sucedían en el tiempo que vivió. Puesto que el peligro de la destrucción del mundo y del ser humano era ya un hecho, consideró que los libros y artículos debían ser accesibles a todos y los organizó en la forma de proposiciones razonadas, ejemplos y tesis.

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Néstor Márquez | FU2RX | Head Business LAB at TEC.

Digital Maturity, Platforms, AI + Future of Work, Strategist, Consultant + Speaker, ICF 2021, SAP Influencer 2020+, Top Corp. Influencer 2019, Top Voice Latam.